sábado, 22 de junio de 2013

Empezar de cero

Inseguridad. La espada de Damocles que pende sobre mi vida. La profecía autocumplida. Al carajo. Todo se fue al carajo. Nada más difícil que empezar de cero. Fracaso. Frustración. A través de la escritura se pueden transmitir emociones y te conoces mejor a tí mismo. Analizas tus errores y tus aciertos.

Jose

Marea de efectos secundarios

Para mí la sucesión de los días desde que estoy medicado es una tómbola en la que siempre toca algo que no quiero, pero tienes que lidiar con ello mal que te pese. Unos días me encuentro falto de energía, otros días la ansiedad no me deja ni leer dos páginas, otras veces la medicación no me deja avanzar. Esta marea de efectos secundarios son los que me levanto cada día va retrocediendo, muy poco a poco y hoy hasta puedo concentrarme lo suficiente como para plasmar mis pensamientos en un papel. Cada frase escrita, cada página disfrutada no hace más que darme ánimos y ser prueba suficiente de que puedo superar lo que me encuentre cada mañana.

José Luis

Otro con el equipaje de antes

Mi 'enfermedad' es la depresión.No me creía que fuera un enfermedad hasta que la tuve. Creía que era un cuento chino, el lloriqueo de mi inmaduro padre que reclamaba la atención de mi madre como la reclama un bebé lactante. Hoy me pregunto si estoy enfermo y me debato entre responder si sí o si no. No sé si soy el mismo de antes, si he dejado de serlo o si alguna vez lo volveré a ser. Siestuve enfermo y ya estoy curado, si soy vulnerable a una futura recaída. Creo que soy otro con el equipaje de antes. He tomado conciencia de la inconsciencia. Me aterra pensar que puedo puedo perder el control hasta el punto de haber puesto en riesgo mi vida. Me asusta haber tenido tanta dependencia de alguien. Una  idea tan espeluznante ahora, aunque lejana, la sigo reconociendo como propia. Escribir y leer lo escrito me ayuda a ordenar pensamientos y a descontaminar del pesimismo algunas ideas. Me ayuda a entender que no puedo ser tan radical. Que más que blanco o negro, el colora depende del prisma con que se mire.

Javi

La mente me hacía olas

Yo no sé lo que pasó pero todo el mundo me miraba raro y mi madre decía que yo no estaba bien... Yo lo único que creo es que veía gente que no había y empecé a pensar distinto; me explico: era como si me contaran una historia y yo escuchara. Así todo el día más o menos. Dos meses, creo que fue más. Mi madre decidió llevarme al médico pero lo que me sorprendió fue que yo no se lo había contado a nadie y todo el mundo sabía perfectamente lo que me pasaba. Esa época pasó, ya lo he dicho, a los dos o tres meses de ir al psiquiatra, aunque las pastillas no me hacían mucho efecto y la mente "me hacía olas". Era como si me hicieran un masaje en el cerebro. Ahora tres años y pico después no me ha vuelto a pasar y sospecho que me pasó eso a causa de que me dieran una pastilla que yo pensaba que era ibuprofeno. La cuestión es que por ahora no he tenido más crisis psicóticas y me va bien con la medicación. Escribir siempre me ha gustado pero ahora me cuesta más, ya que he perdido mucha capacidad de memoria y me cuesta expresarme.

Juana Mari

La emoción de la rabia

Mi principal problema son los pensamientos que me activan la emoción de la rabia. Mi mayor necesidad es la comunicación para no 'rallarme'. La escritura es un medio de comunicarme con otras personas con una estructura determinada. Me enriquezco con las aportaciones de otras personas respecto a una frase o un verso iniciales. Desarrollo mi capacidad de lenguaje, pongo palabras a las sensaciones que los ejercicios me evocan. Me sirve el taller para disipar la tensión mental. Continuamente pienso que la 'enfermedad' es un monstruo más grande que yo y que me va a derrotar siempre, que llevo las de perder. Ésa es mi impresión.

Nacho

Aspectos adversos

Cómo es posible convivir con aspectos de la vida tan adversos a mi 'enfermedad'; pues si esas situaciones y experiencias son puntos importantes y frecuentes que nos podemos encontrar para ignorarlos al instante y saber que estas situaciones existen, ya que son fruto de la auténtica locura. La expresión que existe en la escritura es una posible y verdadera fuga y explosión que nos deja con una tranquilidad absoluta.

Por Miguel Ángel